Parque Gülhane. Estambul. (Jennifer Hattan) |
Hacia el 2050 el 75% de la población mundial vivirá en una ciudad.
La concentración hace que la ciudad sea un lugar de acumulación de contaminación y de emisiones de CO2, pero también proporciona la posibilidad de adoptar cambios de comportamiento que causen mayor impacto.
Ricky Burdett, director del programa “Urban Age” en la London School of Economics and Political Science, decía en una reciente conferencia en Estambul que “si haces ciudades más eficientes, haces un mundo más sostenible“.
Aquí hay diez formas de mejorarlas:
1 – Abundantes parques.
Son los pulmones de la ciudad. Desde el renacentista “Giardino della Guastella” de Milán al reciente “Discovery Green” del centro de Houston, los parques proporcionan un lugar donde respirar, relajarse y conectar con la naturaleza, y contrarrestan el efecto de “isla caliente” originado por el asfalto, actuando como colectores naturales de agua. Los espacios verdes siempre han sido considerados fundamentales para mejorar la salud física y mental de los habitantes de las ciudades.
Jardín botánico de Valencia |
2 – Transporte público eficiente.
Mientras Pekín, Dubai o Lausana estrenan flamantes y modernísimos sistemas de metro, los responsables del tránsito en Ciudad de México, Estambul o Los Ángeles han logrado espectaculares mejoras simplemente introduciendo el carril bus. No importa si la solución es simple o está basada en alta tecnología, hay que ofrecer a los habitantes una forma fácil y rápida para que lleguen a su lugar de trabajo prescindiendo del coche. Sólo así podremos tener ciudades limpias.
Metro automático de Lausana |
3 – Espacios públicos de calidad.
Además de vías rápidas y barrios con enormes edificios, los habitantes de la ciudad han de disponer de zonas por las que poder pasear y donde reunirse. No sólo se trata de centros históricos peatonales – por razones comerciales y de conservación – las personas necesitan espacios a su escala de tamaño y ritmo.
Zona peatonal de Copenhague |
4 – Carril bici
A medida que las ciudades aumentan de tamaño, aumenta el tráfico pesado y aumentan las distancias. Pero podemos hacer que el transporte en bicicleta no sea problemático ni inseguro: construyendo sus propias vías por las que circular con seguridad, proporcionando lugares donde aparcarlas, estableciendo sistemas de bicis públicas compartidas y permitiendo a los ciclistas transportar sus máquinas en autobuses o metros en distancias más largas.
Carril bici de la calle Princesa de Madrid. Una ilusión que sólo duró unas horas |
5 – Edificios verdes
Porque los edificios de las ciudades no tienen porqué ser simples moles, más o menos estéticas, contenedoras de negocios o habitaciones.
Cubierta verde de un edificio de Denver |
6 – Exhaustivos programas de reciclaje y compostaje
Acción medioambiental básica a nivel individual, no llegará a imponerse como norma cultural sin un organizado sistema que provea de lugares donde depositar los distintos residuos. Las iniciativas más avanzadas van más allá de la separación de latas y botellas, basura electrónica y orgánica, hay que introducir programas de más largo alcance de reciclaje de agua, por ejemplo.
Campaña municipal de introducción de la cultura del reciclaje. Popayán, Colombia |
7 – Espacios vacíos y de medio uso
Una buena planificación es la clave para una ciudad verde. Contra el crecimiento y expansión sin medida hay que poner en práctica proyectos de recuperación y reutilización de espacios ya existentes. Hamburgo, por ejemplo, ha reconvertido su obsoleto puerto en un lugar de paseo, un espacio residencial, con oficinas y tiendas.
Transformación de una fachada marítima del puerto de Hamburgo |
8 – Dirigentes comprometidos
No hace falta que vayan al ayuntamiento en bicicleta, como Boris Johnson, alcalde de Londres, “basta” con que promuevan buenos sistemas de canalización y recogida de aguas y su tratamiento, instalaciones solares obligatorias en edificios de nueva construcción o renovación, transportes públicos eficientes y no contaminantes… Un líder solitario, sin apoyo se agotaría en un vano intento, pero para una ciudadanía educada y exigente es más fácil dotarse de los dirigentes más adecuados.
9 – Políticas energéticas inteligentes
Comprando energías renovables y estableciendo medidas de mejora de la eficiencia, las ciudades pueden influir en la economía y ayudar al desarrollo de un mercado de productos ecológicos, mientras disminuye su impacto medioambiental y reduce costes. Phoenix, Arizona, por ejemplo, obtiene toda su energía de fuentes renovables y todas sus construcciones tienen que someterse al estándar LEED (Leadership in Energy and Environmental Design, Directivas en Energía y Diseño Ambiental)
Barcelona. Paneles solares junto al agua |
10 – Trabajo y diversión
En las ciudades más ecológicas se celebran mercados pletóricos de aromas y sabores, donde tienen lugar transacciones comerciales pero también gastronómicas, musicales…