Refugio Delta

El refugio Delta cautiva por su condensada concreción, por una sintaxis rigurosa que exuda síntesis, que se acerca al Haiku. Resuelta en tres niveles dispone en cada uno de ellos lo básico, lo necesario, lo mínimo pero, probablemente, no lo esperado. Este dislocar lo obvio con un gesto apenas perceptible, casi un guiño (la disposición de los recintos? La proporción de los balcones? El voladizo del techo un poco más extremo?, nos invita a remirarla, a recorrerla y a descubrirla. Y en ese revisitar aparece esa sencillez de lo esencial, tan desprovista de excesos innecesarios pero provista de una sutil pero cierta ironía. La estructura es de marcos rígidos arriostrados parcialmente mediante las placas de cerramiento (los arriostramientos en diagonal del segundo piso que aparecen en el montaje se desmontan posteriormente).

El acero Corten y la madera aparente apelan también a la imagen de materiales esenciales, que lo son. Es prefabricada, con todos los atributos comentados de la prefabricación, con todos los fundamentos y la lógica de la prefabricación (el acero es prefabricado por excelencia; prefabricar es unir). Es construcción e incorpora soluciones que se nutren de la mecánica, mecanismos. Es practicable, es respetuosa del terreno sobre el que se posa apenas con sus cuatro apoyos; es limpia. Es un ejemplo de una praxis rigurosa de la arquitectura, es para acoger la vida como una parte plena de la existencia.
F. Pfenniger

El Refugio Delta es una cabaña de poco más de 93m², un cubo cubierto de acero, apoyado en columnas, y que puede cerrarse por completo cuando el dueño no está. La construcción se emplaza en un terreno de 40 acres (16.188m²), junto al Río Methow, en un nivel del terreno donde sus aguas suelen inundarlo todo. La verticalidad, el colorido y los materiales en bruto utilizados en la construcción, se relacionan directamente con la naturaleza salvaje del entorno. El cliente buscó una construcción compacta, de fácil mantención y virtualmente indestructible que lo hospedara a él y sus amigos, en sus aventuras en la montaña.

La cabaña está compuesta de tres niveles: el inferior es mitad estacionamiento, mitad bodega; en el nivel medio está el ingreso, dos dormitorios pequeños y baños; y el nivel más alto es un gran espacio con living, comedor y cocina. Entre estos dos niveles se ubican algunos decks de acero, a modo de balcones, para dormir a la intemperie y entretención (¿disfrutar del paisaje?)

La cabaña está sostenida por cuatro columnas de acero. Los pisos son de madera ‘machihembrada’ de 3”x6”. Los muros exteriores están cubiertos con madera calibre 16, y persianas correderas de acero con cierres a la vista. Gran parte de la estructura, incluyendo la estructura de acero, los paneles del techo, las correderas de acero y las escaleras, fueron prefabricadas fuera del lugar, por lo tanto, se redujeron los escombros, la basura y los trastornos en el área. Debido a la prefabricación y al uso de placas de contrachapado para todas las superficies interiores, los desperdicios típicos de una construcción se redujeron al mínimo.

Aparte de ser una estructura pequeña que limita el impacto en el paisaje, el Refugio Delta cuenta con la original estrategia sustentable de abrirse al entorno, usando la fuerza humana para hacerlo. Las cuatro correderas de acero, que miden 3,0 x 5,5m, pueden abrirse y cerrarse simultáneamente usando una rueda manual que las mueve sobre los ventanales de cada fachada. Se desplazan gracias a una serie de aparatos mecánicos como la rueda manual, canaletas, perfiles U, engranajes y cables. Todas las ventanas son practicables: el proyecto no incluyó el aire acondicionado.








Fuente: http://arquitecturaenacero.org/